El proceso comienza con un boceto, que puede ser un dibujo digital o a mano. Luego, herramientas de IA analizan las líneas, texturas y colores para generar una imagen detallada y realista del diseño. Esto facilita la toma de decisiones sobre tejidos, cortes y acabados antes de la producción.
Además, la IA ayuda a personalizar tendencias, permitiendo adaptar los diseños a diferentes estilos y preferencias sin necesidad de crear múltiples prototipos físicos.
Gracias a esta tecnología, diseñadores y entusiastas de la moda pueden experimentar con formas, estampados y combinaciones de colores sin restricciones. La IA no reemplaza la creatividad humana, sino que la potencia, ofreciendo nuevas formas de expresión.
La fusión entre arte, moda y tecnología está apenas comenzando. ¿Te imaginas cómo será el futuro del diseño con la IA?